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Concertación de la democracia y del neoliberalismo

"Murió en un campo de con-cer-ta-ción O fue la con-cen-tra-ción de partidos"

Quién mató a Gaete, Mauricio Redolés.

El régimen de Pinochet, a partir de 1980 comenzó un proceso de legitimidad institucional con la redacción de la constitución política promulgada ese mismo año, este documento permitió que los sectores oficialistas o pro-gobierno junto a la oposición democrática aceptaran las reglas institucionales que se les impuso. La década del 80, estuvo marcada por protestas masivas, específicamente en 1983 se recuerda una jornada de protestas nacionales contra el gobierno que fueron muy importantes para que la oposición pudiera aglutinarse en torno al objetivo de acabar con la dictadura.

Se inicia así, la transición política hacia una nueva democracia, donde la nueva Carta Fundamental permitió la configuración de un nuevo modelo de Estado, el Estado Subsidiario, que legitimaría un modelo de democracia protegida, bajo un sistema donde se garantizaba e impulsaba un desarrollo económico neoliberal, el cual se consolidó por medio del consenso entre la clase política, militares y empresarios. 

Con la vuelta a la democracia, se fundaría la Concertación de Partidos por La Democracia, una coalición compuesta entre la Democracia Cristiana, el Partido por la Democracia, el Partido Radical y el Partido Socialista. En 1989, la coalición presentaría a Patricio Aylwin como candidato bajo el eslogan de ¨Gana la Gente, Gana Aylwin¨, dando cuenta de un candidato que tuvo gran apoyo ciudadano, obteniendo el 55% de los votos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Compatriotas: Esta noche me dirijo a ustedes para tratar un tema doloroso que aún divide a los chilenos: el de las violaciones a los derechos humanos cometidas en los últimos años. Al asumir el gobierno, dije que ésta es una herida abierta en el alma nacional, que sólo podríamos cicatrizar si procurábamos reconciliarnos sobre las bases de la verdad y de la justicia.” (Aylwin, 1991).

Aylwin menciona la palabra “divide”, es decir, tiene una mirada de que hay personas que podrían considerar que lo ocurrido era necesario o inaceptable. Luego dice dos conceptos muy relevantes para la transición democrática chilena: Verdad y Justicia. 

El presidente Aylwin, en cadena nacional, pidió perdón a los familiares de las víctimas en nombre del Estado chileno, comenzando de esta forma un proceso de exposición de la verdad de lo sucedido. 

En 1994, con 57% de los votos electorales, asume como Presidente, el democratacristiano: Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien al igual que su camarada Aylwin, se dedicó a profundizar cambios neoliberales a través de la apertura económica internacional. Sin embargo, el hecho de ser un país mono exportador, generó que frente a la crisis asiática, la nación se viera obligada a importar gas natural y otros recursos de consumo básicos de Argentina y de otros países europeos, se da inicio a una etapa de constantes tratados de libre comercio ya sea bilaterales como multilaterales. 

Con respecto a la problemática de los Derechos Humanos, durante el gobierno de Frei comienzan procesos judiciales a militares, la ley de amnistía de 1978, poco a poco comienza a dejar de utilizarse, lo que permitió que se iniciaran estos procesos de juicio. Estos procesos tal y como dice el sociólogo Joaquín Sticotti en una entrevista: ¨Las transiciones a las democracias en estos países en el cono sur, dieron lugar a toda una discusión en lo que se llama “justicia transicional”, que es la justicia del paso de un régimen militar, autoritario a un régimen democrático, cómo juzgar el pasado¨. Sin embargo, los juicios hasta la actualidad continúan, y los miembros de la junta militar chilena nunca pudieron ser enjuiciados. 

En el 2000, asume Ricardo Lagos, quien seguía representando a la concertación y era del Partido Socialista. Su gobierno en materias económicas no fue muy diferente a sus compañeros de coalición, pues en dicha materia aumentó la apertura de Chile, a través de tratados de libre comercio con países como China y Estados Unidos. En materia de obras públicas, se lograron acuerdos con privados para desarrollar en Chile una mejor infraestructura vial a través de la concesión de carreteras y autopistas. 

Hay que reconocer que durante este gobierno, se reabre el debate público en torno a la justicia y reparación por parte del Estado hacía las víctimas de la dictadura militar. 

Aparece la frase  “No hay mañana sin ayer ̈  consigna emblemática del Presidente Lagos, que lleva el nombre de la Comisión Nacional sobre la Prisión política y tortura el año 2003, donde prometía perfeccionar el funcionamiento de la justicia a través de un fortalecimiento de la idea del ¨Nunca más ̈ y poder avanzar en las medidas de reparación por las violaciones a los DD.HH durante la Dictadura militar chilena.

Este informe, evidenció la existencia de 1.132 recintos ilegales de tortura, 33.000 detenciones políticas y 27.555 personas victimas de tortura y de maltrato psicologico por parte de las fuerzas represivas de la dictadura. A pesar de lo significativo, el informe elaboraba una lista de víctimas de violencia dictatorial, pero no exponía a victimarios, lo que generaba nuevamente esta sensación de impunidad hacia los militares y civiles involucrados en estos delitos. 

La lucha lleva puesta la esperanza del atardecer

La última persona electa apoyada por la Concertación de Partidos por la Democracia, fue Michelle Bachelet. Socialista y agnóstica, Bachelet ilusionaba con un gobierno de múltiples logros respecto a inclusión y género. Sin embargo, Michelle Bachelet se encontró con una masa de estudiantes secundarios indignados por las deficientes condiciones en el sistema educativo, por lo que se dio inicio a una movilización inmensa de alumnos y alumnas, quienes desde el 2006 se configuraron como protagonistas de las movilizaciones sociales. 

La revolución pingüina consistió en una serie de protestas de estudiantes, quienes llamaban a movilizarse a las calles vistiendo sus uniformes escolares, que por lo general eran grises, blancos y negros (al igual que la piel de un pingüino). Tal y como lo dice Claudio Orrego en una entrevista: ¨La movilización pingüina, fue donde se empiezan a ver las tensiones de un modelo que había sido exitoso en reducción de pobreza, en crecimiento económico, y en avances materiales, pero no en temas de desigualdad¨. Frente a esa profundización de desigualdades educacionales, los mismos estudiantes fueron los encargados de exponer el descontento ciudadano. La revolución pingüina logró cambios significativos y mostraron a los estudiantes secundarios como sujetos políticos que irrumpían en el espacio público, desde el 2006 hasta hoy se han involucrado en distintas luchas tanto para sus condiciones, como también para metas amplias de la sociedad chilena. Esto, nos lleva al llamado estallido social ocurrido a partir del 18 de Octubre del 2019, donde se da inicio al despertar de Chile, cansado de desigualdades. Sin embargo, tal y como lo dice Luis Thielemann en una entrevista: ¨La mayoría de las personas que salieron en octubre eran estudiantes¨, dando inicio así a una de las mayores movilizaciones sociales que ha tenido nuestro país. 

Ya no eran solo estudiantes: Se habían abierto las grandes Alamedas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Afortunadamente, las autoridades han escuchado y durante el mes de Octubre del 2020, se llevará a cabo un plebiscito que definirá la posibilidad de redactar una nueva constitución, por medio de una asamblea constituyente paritaria, un logro histórico a nivel mundial. Es evidente, la necesidad de una nueva carta fundamental, puesto que la actual constitución es la viga principal que ha sostenido un sistema neoliberal, que ha mercantilizado los derechos de la ciudadanía chilena.  Tal  como dice Francisco Vidal en una entrevista: ¨Mientras mantengamos alguno de los candados de la constitución del ochenta, no podemos decir que estamos en plena democracia¨. 

Como grupo, podemos decir que vemos este futuro proceso constitucional con esperanza de que la transición política se cierre y de paso a una democracia plena, inclusiva y con derechos sociales garantizados. 

Primero fue en dictadura, hoy fue en democracia

Antes de concluir nuestro trabajo, es interesante analizar lo dicho por el General en jefe del Ejército durante el gobierno de Ricardo Lagos en 2002:  ̈Hemos dado pruebas concretas de que nunca más se violarán los derechos humanos ̈, esta afirmación, podemos hoy contradecirla, debido a que las vulneraciones a los derechos humanos siguen siendo parte del panorama militar en las situaciones de protesta y movilización nacional. 

Al terminar la dictadura militar, se esperaba que los gobiernos democráticos se hicieran parte de las exigencias de los organismos de DDHH, cosa que no ocurrió, el pragmatismo y  este Pacto de silencio” es lo que ocurrió en la década del ‘90 en Chile. ¿Es eso lo que llevó a que hoy nuevamente nuestro país viva una crisis respecto al respeto de los Derechos Humanos? 

Hoy, el pueblo chileno espera que el Estado vele por el cumplimiento de ese ¨Nunca más¨, porque lamentablemente la represión estatal se instaló nuevamente el 2019, tal y como se instaló en 1973 cuando se cerraron las grandes alamedas.

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El gobierno de Aylwin, decidió continuar con el modelo instaurado por la dictadura, a través de la emergente construcción de un país con economía abierta y con un impulso a la empresa privada por sobre cualquier intervención estatal. 

Aylwin pudo manejar la crisis heredada de la dictadura, disminuyó el desempleo en un 4% y comprimió la inflación en un 12,7%. Por el otro lado, una peculiaridad de este gobierno, fue el hecho de que tal y como se ve en la foto, Augusto Pinochet, continuaba siendo el Comandante en Jefe del Ejército, demostrando así que el gobierno de Aylwin aceptaba las condiciones pactadas por la dictadura.  

Por mandato presidencial de Patricio Aylwin, se crea una comisión de verdad y reconciliación, con el nombre de ̈Comisión Rettig ̈, la cual en 1991 entrega un informe. El informe Rettig, consideró 2.279 víctimas de abusos contra los derechos humanos incluyen en esa cifra, a la mayoría de los desaparecidos pero no a todos,

cuyo número exacto probablemente nunca conoceremos.

El 4 de marzo, Patricio Aylwin en cadena nacional da a conocer el informe, parte con el siguiente mensaje:

Marcha 25 de oct estallido.jpg

El 18 de octubre, se da inicio a una movilización social en Chile, sin precedentes en los últimos 30 años donde las personas salieron inicialmente a manifestarse por el alza de $30 del pasaje del transporte público, se transformó en una movilización que sumó los descontentos, frustraciones e injusticias que en 30 años los gobiernos no habían logrado resolver. Bajo ese contexto, los estudiantes días antes al 18 de octubre habían comenzado una serie de evasiones masivas al metro de Santiago, generando el cierre de muchas estaciones. Frente a esa situación, el Presidente Sebastián Piñera declara el Estado de Emergencia y llama a los militares a salir a la calle. Asimismo, el Presidente llamó la atención con su frase: Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite”. A lo que las y los manifestantes respondieron con su participación en la

marcha más grande que ha tenido Chile el viernes 25 de octubre del 2019.

Gustavo Gatica.jpg

Con el Estado de Emergencia, Chile dió cuenta de que la violencia vivida en la dictadura militar seguía en el comportamiento policial. El Instituto Nacional de Derechos Humanos contabilizó 352 víctimas de daños oculares y alrededor de 30 muertos, en los primeros dos meses posteriores al estallido social. 

El caso que más estremeció a nuestro país fue el de Gustavo Gatica, joven estudiante de Psicología, quién quedó ciego por perdigones disparados por Carabineros. Gustavo, víctima de la violencia estatal, sigue siendo activo participante de las movilizaciones sociales, transformándose en símbolo de la lucha, la dignidad y el respeto a los Derechos Humanos. 

Afortunadamente, las autoridades han escuchado y durante el mes de Octubre del 2020, se

llevará a cabo un plebiscito que definirá la posibilidad de redactar una nueva constitución, por medio de una asamblea constituyente paritaria, un logro histórico a nivel mundial.

Patricio Aylwin junto a Augusto Pinochet. Cambio de mando 1990

25 de octubre 2019. La marcha más grande de Chile

Gustavo Gatica en Plaza Dignidad

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